¿Radiadores o Suelo Radiante cuál elegir?
Si para calentar tu vivienda o local, tanto si es obra nueva como reforma completa, lo que necesitas es un sistema de calefacción integral, seguramente te has preguntado ¿Radiadores o Suelo Radiante?
Radiadores vs. Suelo Radiante
Vamos a ver cuáles son las características de ambos sistemas, para concluir con sus principales ventajas e inconvenientes de forma comparativa.
Funcionamiento
Tanto los radiadores convencionales como el suelo radiante funcionan utilizando agua caliente.
En el caso de los radiadores, el agua caliente proviene de una caldera y los radiadores emiten su calor en los diferentes espacios en los que se encuentren instalados.
En el suelo radiante el agua circula por un conjunto de tubos que han sido instalados por debajo del suelo de nuestra vivienda, con lo cual la emisión de calor es más uniforme.
Eficiencia y ahorro
La gran diferencia de consumo entre los radiadores y suelo radiante que funcionan con agua, es que el suelo radiante requiere que el agua esté a una temperatura mucho menor que la que requieren los radiadores.
Mientras los radiadores convencionales necesitan que el agua alcance una temperatura de 70-80 grados para poder transmitir calor a la estancia, el suelo radiante aporta calor más que suficiente con agua a 30-40 grados. Por eso, el suelo radiante no necesita una caldera de gas, sino que trabaja de forma óptima con una bomba de calor. Esta característica significa un menor consumo de energía y más respeto hacia el medio ambiente. El ahorro puede llegar a ser del 20% en comparación.
Otro punto a favor del suelo radiante en este caso, es que en verano, el agua fría que transcurre por las tuberías ayuda a recoger el calor del ambiente y refresca la vivienda, cuestión que está imposibilitada con los radiadores.
Instalación
La instalación de radiadores no es la más económica, pero sí es más barata que la de suelo radiante, como ya te habrás imaginado. Ambos tipos de calefacción requieren de su instalación, pero la obra que implica poner las tuberías debajo del suelo de nuestra vivienda o local es mucho más compleja y requiere de más materiales especiales, además de que lleva más tiempo. De hecho, antes de instalar suelo radiante, es necesario realizar un estudio y que la vivencia cumpla con ciertas características, ya que por ejemplo el suelo se eleva unos 11cm.
Sin embargo, también hay que decir que gracias al ahorro energético del suelo radiante, la inversión se recupera a corto plazo.
Comodidad y estética
El suelo radiante mantiene el calor mucho más tiempo que los radiadores (lo que se conoce como inercia térmica), pero eso también tiene un inconveniente, y es que tarda mucho más en calentar el ambiente de forma completa.
En cuanto a la sensación de calor, el suelo radiante produce una sensación muy agradable de calor en los pies, manteniendo la ligereza del ambiente y una uniformidad en el calor mayor que con los radiadores. Además, el suelo radiante evita por completo los cambios de humedad, la sequedad en el ambiente o las corrientes de aire.
En cuanto a la estética, sin duda el suelo radiante gana por goleada, ya que no necesitamos instalar radiadores eléctricos por las paredes de la casa.
Entonces, ¿Radiadores o Suelo Radiante?
Como habrás podido darte cuenta, no existe una respuesta uniforme para todos los tipos de vivienda o local.
Si deseas que la calefacción sea constante y regular durante largos periodos de tiempo y dispones de presupuesto para la inversión inicial, además de que tu vivienda cumple con los requisitos de adecuación, entonces lo ideal es el suelo radiante. No sólo recuperarás la inversión y ahorrarás en la factura de la luz, sino que tu vivienda lucirá mucho más elegante.
Pero por ejemplo, si el lugar en el que se encuentra la vivienda o el local no es excesivamente frío y vas a necesitar poner la calefacción unas horas concretas al día o incluso unos días al año, quizás no te compense realizar una instalación de suelo radiante, sino que los radiadores cumplirán perfectamente su función.